jueves, 29 de mayo de 2014

Hombres y sus instintos

Quizá ya es tema muy usado y hasta desgastado, pero me vale madres. Voy a exponer yo el tema desde mi perspectiva.
La naturaleza humana es tan obvia y clara, y las personas se empeñan tanto en empañar las verdades naturales manchándolas con alegatos de racionalidad, espiritualidad, moralidad y tanta pendejada. No hace falta ni siquiera ser científico o estadista para darse cuenta de que en esta especie todos quisieran fornicar con todos.
Hablando de el ser humano como animal, es bastante natural que haya tremenda lucha por conseguir los mejores y más variados genes para nuestra descendencia.
Si eres hombre, nunca vas a dejar de mirar, o mejor dicho admirar, a cuanta mujer atractiva te encuentres. Obviamente uno como hombre no va por la calle pensando en cada dama atractiva como la futura madre de nuestros hijos. El que a uno le atraiga una persona tiene que ver con muchas situaciones, ya sean pasicológicas o instintivas (biológicas).
Entre las instintivas, que son las más fáciles de identificar, podemos enumerar las clásicas:
Buen tamaño de senos
Buena estructura en la cadera
Piernas firmes y atléticas....etc
Supongo que habrá otras características que se busquen en una mujer, dependiendo de la parte del mundo donde uno haya crecido. Un esquimal no va a elegir por instinto a una mujer escuálida y alta como pareja. Le atraerá una mujer evolutivamente preparada para resistir el clima extremo de su ubicación en la Tierra.

Entran en juego también otro montón de características que tienen que ver mucho más con la psiciología y la educación (buena o mala) que recibimos desde pequeños.
No se qué tan cierto sea que uno busca una pareja de caracter similar a la madre o el padre. En mi caso parece ser que si se cumple. Mi madre es una persona bastante directa, muy enfocada, constante, luchadora incansable, tenaz y firme. Yo prefiero mujeres fuertes, bien enfocadas, bine definidas.
Si es que prefiero mujeres blancas con pelo castaño es por la educación que me brindó la TV desde chamaco.

Así cada quien tiene sus preferencias, sus filias y sus fobias. Pero qué difícil es encontrar todo en una sola persona. Ocurre con mayor frecuencia que uno encuentra todo eso repartido en diferentes personas y en diferentes combinaciones.
No es de sorprenderse que siempre exista la curiosidad de querer conocer íntimamente a alguien con alguna característica especialmente atrayente. Ya seas hombre o mujer, realmente nunca serás fiel a nivel mental, salvo quizá cuando estés en un estado de enamoramiento.

Para un hombre es especialmente difícil dejar de desear a las mujeres. Biológicamente es nuestra misión esparcir nuestra semilla por donde sea posible. No podemos eliminar ese instinto, pero si lo podemos dominar o reprimir.
Las mujeres normalmente son infieles por falta de atención por parte de su pareja. No es una necesidad biológica la que las mueve (aunque hay excepciones, como en todo).
Es una necesidad psicológica, es la necesidad de ser atendidas, de ser escuchadas, de ser parte de una familia. Es cierto que también son muy selectivas en cuanto a las parejas, pero las mujeres están programadas para formar familia, una vez que encuentran a un buen candidato para hombre de familia, dejan de ser aventureras. Si la familia se tambalea en la inestabilidad, entonces muchas de ellas aplican un "RESET" en sus mentes, borrando todo lazo amoroso con el esposo defectuoso. Ellas instintivamente buscan al mejor especímen masculino, así que para tener interesada a una mujer hay que saber satisfacerla en todo sentido, o de menos, saber distraerla de alguna manera para que se le olviden un poco sus caprichos. Si uno se desinteresa por ellas, ellas poco a poco se desinteresan por uno, tan obvio y tan simple como eso. Entonces, o comenten infidelidad o de plano se separan para seguir con sus vidas más cómodamente solas o con algún galán que aparezca.

Un hombre es otro mundo completamente distinto. Uno no se va con otra mujer porque la esposa o la novia no lo atiendan bien o no sean detallistas. Uno simplemente se va a donde está la diversión. Entendiendo al hombre como un adicto a la diversión, no se puede suponer que solo porque la novia o esposa sea una tigresa en la cama, uno no va a ir a buscar otras "fieras para domar". Mientras más coma uno, más hambre de carne nueva se tiene. Es decir. mientras más coge uno, más ganas de conocer a distintas mujeres se generan.

Normalmente los hombres casados alivian ésta presión biológica yendo a ver shows de mujeres exóticas, donde quizá paguen el servicio privado de alguna de las danzantes, que por lo regular no es más que un atascón sin contacto sexual. Aunque no se puede negar que hay muchos que contraten los servicios de prostitutas.
Yo no llamaría infidelidad a eso. Lo llamaría simplemente el alivio de una necesidad biológica que no tiene nada que ver con el amor y la ternura que se le puede profesar a la pareja formal.
Tampoco se puede ignorar el hecho de que muchas mujeres son muy aburridas en la cama. Son demasiado reprimidas o quizá muchos somos demasiado puercos. Como sea, si uno está aburrido de las negativas de la pareja, a propuestas de jugueteos nuevos en la cama, no queda otra que buscar dónde desahogar estas ansias naturales. Alguna vez oí en el radio que una mujer agradecía a la amante de su marido por ser la que "aguanta las marranadas" de ese cabrón. Yo felicitaría a la señora, por sentirse agradecida de que alguien alivie las necesidades de su esposo ya que ella decidió cerrarse las puertas a experimentar la vida de maneras que ni se imagina qué tan sabrosas pueden ser.
Pero no todas las damas son así de "conscientes" y tolerantes. Hay muchas que quieren tenerlo a uno atado a una aburridísima vida de "sexo respetuoso". Solo para eso lo quieren casar a uno. Para empezar a matar nuestro espíritu creativo y aventurero.
Matar así el espíritu de otra persona debería estar penado.

...Bueno... es hora de dejar este tema. Ya me cansé de escribir por hoy.

Eddy Micky

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