miércoles, 20 de marzo de 2013

Fuck it

Desde la adolescencia y hasta mi etapa actual he vivido en estado de crisis existencial. Siempre me ha torturado la misma pregunta: ¿Hacia dónde voy?
De puberto me atormentaba sentir que la vida era en vano, que no había realmente nada de espectacular en estar vivo. Siempre he considerado que la vida humana carece de sentido real. Me parece que la humanidad solamente es un virus en el planeta.
He leído teorías filosóficas que dicen que la humanidad es el medio por el cual el Universo se puede experimentar a sí mismo. Otras dicen que la experiencia humana es la manera en la que el Universo sigue evolucionando, pasando de un estado animal hacia otro más elevado.
Me preocupé entonces por seguir al pié de la letra las máximas de la evolución. Dominar al EGO, vencer al materialismo, lograr el desapego, dar la otra mejilla, ser impecable, bla bla bla. Se suponía que ese era el camino hacia la paz interior y hacia el cese del sufrimiento.
Cuando era más dependiente de mis padres sufría por ser dependiente y tener que vivir bajo las reglas de ellos, por más absurdas que me parecieran. Sufría también por amor.
Ahora que soy más o menos independiente y tengo 20 años más, sufro por no poder hacer gran cosa con el dinero que gano. Aunque en realidad si he logrado ya hacer muchas cosas con ese dinero y realmente no valoro el grado de comodidad en el que vivo y que desde luego no puede ser gratuito.
Y sigo sufriendo por amor.
He intentado un millón de filosofías para poder lograr aunque sea neutralizar algunos de mis pesares mentales. He mezclado filosofías, he construido mecanismos antiestrés, he inventado personajes, he creado mundos alternos, en fin, hasta he querido enloquecer. Nada ha tenido éxito.

Lo más cerca que estuve de lograr un avance real fue cuando declaré como acto de alta traición el que cualquier parte de mi mente me causara cualquier tipo de sufrimiento; ésto asistido por mi nueva arma letal antiestrés: "El presente absoluto". Ésto era un cese inmediato de cualquier pensamiento que me remontara al pasado o que viajara al futuro. Solo me permitía concentrarme en el Aquí, ahora.
Funcionó muy bien.  Las cabezas de los traidores comenzaron a rodar una tras otra. Tuvo tanto éxito que logré programar a mi mente para detectar y neutralizar a todo pensamiento nocivo que me sacara de mi precario estado de equilibrio mental, el cuál no podía llamar paz aún.

Pero algo tan grandioso no podía durar tanto. El análisis de todo pensamiento en busca de veneno era exhaustivo. Se requería bastante energía para lograr detener en seco a cada traidor. Comencé entonces a perder mi habilidad para dormir tarde, y me daba sueño a cada momento durante el día. Seguí adelante aún asi. Confiaba en que podría lograr que esa estrategia fuera asimilada por mi cerebro para incorporarla dentro de los reflejos mentales en práctica. Y parece ser que así sucedió. No es una estrategia 100% efectiva, pero definitivamente hubo un avance importante.

Lo que convulsionó mi sistema fue algo que había estado anhelando en demasía. La aparición de un nuevo angel. Que por si fuera poco, apareció porque yo fui capaz de romper con mis miedos y fui a cazar. Gran y hermosa lección la que me permití darme, aunque algo a destiempo. Cómo me gustaría haber desarrollado las agallas desde hace 20 años. En fin.
La presencia de un ángel siempre ha hecho erupcionar una energía super potente desde el núcleo mismo de mi ser. Comprobé lo que ya sabía y que todo mundo canta desde hace muchos años ya: Todo lo que se necesita es amor.
En ese estado dopado, uno es capaz de estrellarse de cara con un tren y aún con la mandíbula rota, seguir sonriendo.  

Resultó ser falso el ángel por lo que su dragón tuvo que morir. La buena nueva es que ésto no causó ningún cáos interno, ni destrucción masiva del YO.

Simplemente quedó agendado en en "algún día" que vuelva a haber otra erupción magnifica de luz y vida.

Todo lo que ahora se debate en mi interior es si hay que tener o no esperanzas.
Pero el hartazgo de ese construir una y otra vez, de esa creación de nuevas filosofías ha callado las voces de todos aquí adentro.
Un grito feroz y profundo fue creciendo poco a poco hasta encontrar resonancia en mis huesos. Ese grito desarma a todos los guerreros internos y va ganando terreno.

Fuck It!
¡Al carajo!

Luego en la web encontré que es un grito compartido por muchas personas y me ayudaron a verbalizar lo que yo ya iba sintiendo.

Sometimes all you have to say is Fuck It! And just live.

Y eso aplica incluso a eso de querer evolucionar hasta lograr el Nirvana en ésta vida.
Comprendí que me presiono por querer hacer todo bien, actuar sin impecabilidad y culparme por ser tan ... humano.

¡Pues al carajo también con eso!

He decidido simplemente vivir y permitirme llorar, gritar de rabia, reír como idiota, embriagarme, perder, ganar, regalar, ser víctima de robo, desvelarme, cumplir y no cumplir, llegar a tiempo y llegar tarde, enfermar, fumar, correr, caer, volar, soñar, atemorizarme, ser valiente y ser estúpido.

Solamente me quedo con el despego, mis sueños y mi sed.



Eddy Micky